Cremas naturales con Flores de Bach para el cuidado de tu piel
Nuestro cuerpo y nuestras emociones están íntimamente conectados, y la piel no es la excepción. ¿Has notado que el estrés o la tristeza a veces se reflejan en tu cutis? Aparecen brotes de acné, eccemas o la piel luce opaca y reseca. Conscientes de esta conexión, en Alma y Vida hemos desarrollado cremas naturales enriquecidas con Flores de Bach, combinando ingredientes nutritivos para la piel con esencias florales que equilibran las emociones. El resultado es un cuidado holístico: tratamos el problema de la piel desde afuera hacia adentro y desde adentro hacia afuera.
Ingredientes que nutren y reparan la piel
La base de nuestras cremas está formulada con ingredientes de alta calidad, seleccionados por sus propiedades terapéuticas para la piel:
- Aceite de oliva virgen: Un hidratante natural rico en ácidos grasos esenciales. Aporta nutrición profunda, suaviza la piel seca y tiene antioxidantes (vitamina E y polifenoles) que combaten los radicales libres, ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro.
- Ácidos grasos Omega 6 y Omega 3: Estos ácidos esenciales (como los que se encuentran en aceites de onagra, rosa mosqueta o lino) son fundamentales para mantener la barrera cutánea saludable. En nuestra crema, los Omega 6 hidratan y mejoran la elasticidad de la piel, mientras que los Omega 3 proporcionan propiedades antiinflamatorias que reducen enrojecimiento e hinchazón. Por ejemplo, pieles con eccema atópico, psoriasis o rosácea suelen beneficiarse de la acción calmante de los Omega 3, que alivian la irritación y el prurito.
- Mantecas y emolientes naturales: Incluimos manteca de karité y otros extractos botánicos que crean una capa protectora, evitando la pérdida de humedad. De este modo se combate la sequedad extrema, descamaciones y grietas en la piel.
- Vitaminas A y E (antioxidantes): La vitamina A favorece la regeneración celular, ayudando a que la piel se recupere de lesiones (marcas de acné, cicatrices, daños solares). La vitamina E, por su parte, es un potente antioxidante que protege las células de la piel, promoviendo su curación y manteniéndola joven. Juntas, estas vitaminas reparan tejidos dañados y aportan luminosidad.
Gracias a esta combinación, nuestra crema base por sí sola ya mejora condiciones como la sequedad, irritaciones leves, enrojecimiento e incluso casos de acné moderado o dermatitis. Pero vamos un paso más allá al añadirle el poder de las Flores de Bach, personalizando el preparado para atender no solo la piel sino también el estado emocional ligado a la afección.
Flores de Bach en tu crema: sanando piel y emociones
Las Flores de Bach son esencias florales que actúan equilibrando emociones negativas o bloques energéticos en nuestro organismo. Aplicadas tópicamente (sobre la piel) también pueden ejercer un efecto armonizador local y general. Incorporamos a la crema ciertas flores específicas que han demostrado utilidad tanto en aspectos cutáneos como emocionales asociados. Algunas de las más empleadas son:
- Crab Apple (Manzano silvestre): Conocida como la flor de la purificación. Es la esencia por excelencia para temas de piel. Crab Apple ayuda a limpiar impurezas, tanto físicas (granitos, toxinas) como la sensación emocional de sentirse «sucio» o incómodo con la propia apariencia. Muchas personas con acné o problemas cutáneos desarrollan inseguridad o manías de limpieza excesiva por querer «eliminar» el problema; esta flor trabaja ese aspecto emocional, fomentando la aceptación del propio cuerpo mientras la piel sana. Al añadir Crab Apple a la crema, potenciamos su capacidad de depurar la piel de toxinas y apoyar procesos de desintoxicación (como eliminar espinillas, forúnculos, etc.), a la par que ayuda al usuario a liberarse de la obsesión por esas imperfecciones.
- Rescue Remedy (Remedio de Rescate) con Crab Apple: En algunos preparados usamos la combinación de la crema Rescue® (que incluye 5 flores: Star of Bethlehem, Rock Rose, Cherry Plum, Impatiens, Clematis) más Crab Apple. Esta mezcla se ha popularizado por su eficacia en aliviar problemas cutáneos vinculados al estrés. Por ejemplo, un brote de urticaria o eczema que aparece tras un disgusto, o una erupción por nervios antes de un evento importante, pueden responder muy bien a esta fórmula. El Rescue Remedy aporta calma y equilibrio emocional (tratando el estrés, el shock o la impaciencia que acompañan al brote), mientras Crab Apple actúa sobre la piel en sí. El resultado es una crema reparadora integral: reduce la inflamación, acelera la cicatrización y devuelve la tranquilidad emocional a la persona.
- Walnut (Nogal): La flor de la adaptación y protección. En casos de piel sensible o alérgica, Walnut es de gran ayuda. Protege contra influencias externas y cambios. Si tu piel reacciona a cambios de clima, contaminación o incluso al contacto con ciertos tejidos, Walnut en la crema actúa creando una especie de escudo sutil que reduce la reactividad. Emocionalmente, ayuda a adaptarse a cambios (hormonas, ambiente) que a veces desencadenan problemas de piel.
- Olive (Olivo): Para pieles cansadas o apagadas (y personas agotadas). Después de una enfermedad larga, o periodos de insomnio y fatiga, la piel suele lucir marchita. Olive es la flor de la regeneración y la energía vital. Añadida a la crema, puede revitalizar la piel cansada y, a nivel emocional, ayudar a recuperar la fuerza y energía perdida.
- Agrimony (Agrimonia): La flor de la serenidad interior. ¿Por qué incluirla en una crema? Muchas veces, las personas con afecciones de piel (sobre todo crónicas) llevan por dentro angustia o inquietud que no expresan abiertamente. Agrimony es para aquellos que «sonríen a pesar del dolor». Si sospechamos que detrás de un problema dermatológico hay ansiedad oculta o tensión interna no liberada, agrimony en la crema puede aportar esa paz interior. Una piel tranquila comienza por una mente tranquila.
Estas son solo algunas opciones. Lo valioso de las Flores de Bach es que podemos personalizar la crema para cada individuo. Por ejemplo, si alguien padece psoriasis que empeora con los nervios y además siente frustración por su condición, podríamos mezclar Impatiens (para la irritabilidad y tensión) con Crab Apple y Willow (para liberar la amargura o victimismo). Si otra persona tiene acné hormonal y se siente tímida y cohibida, podríamos añadir Larch (falta de confianza) junto con Crab Apple y Walnut. Cada preparación es única, atendiendo a la persona de forma global.
Cómo usar la crema con Flores de Bach
El modo de empleo es similar al de cualquier crema terapéutica:
- Limpieza previa: Aplica la crema sobre la piel limpia. Se puede usar en el rostro u otras áreas afectadas (manos con eccema, piernas con resequedad, etc.).
- Aplicación: Toma una cantidad suficiente y realiza un masaje suave en movimientos circulares hasta que la crema se absorba. Mientras la aplicas, es beneficioso hacerlo con intención consciente, es decir, aprovechando para darte un momento de autocuidado. Incluso puedes afirmar mentalmente algo positivo, como «Mi piel sana y se equilibra».
- Frecuencia: Úsala al menos dos veces al día (mañana y noche). En casos agudos, se puede reaplicar al mediodía. La constancia es clave para ver resultados, tanto físicos como emocionales.
- Evita combinaciones con corticoides u otros tratamientos tópicos fuertes (a menos que tu médico lo haya indicado). Nuestras cremas son naturales y compatibles con la mayoría de tratamientos, pero si usas medicación tópica, alterna su uso (por ejemplo, la crema floral por las mañanas y la medicada por las noches, o viceversa).
Resultados: belleza exterior e interior
Al cabo de unas semanas de uso, los usuarios suelen notar:
- Mejoría visible en la piel: Mayor hidratación, reducción de rojeces, menos brotes de acné, alivio de la picazón. Las lesiones tienden a sanar más rápido gracias a la combinación de nutrientes físicos y el efecto relajante de las flores.
- Más comodidad y confianza: Al ver la piel mejorar, aumenta la seguridad en uno mismo. Además, las esencias florales ayudan a que la persona se sienta más a gusto en su propia piel desde un inicio, incluso antes de que desaparezcan todos los síntomas. Esto rompe el ciclo de estrés que puede exacerbar el problema dermatológico.
- Equilibrio emocional: Quienes usan estas cremas reportan sentirse más tranquilos, menos ansiosos respecto a su piel. Por ejemplo, alguien con dermatitis nerviosa puede notar que ya no se angustia ante cada pequeña erupción, y curiosamente, al no angustiarse, las erupciones nuevas son menos frecuentes. Es un círculo virtuoso: piel calmada – emoción calmada.
Esta sinergia entre naturaleza y terapia floral hace de nuestras cremas con Flores de Bach una alternativa única en el cuidado de la piel. Es una invitación a tratarnos con amor y paciencia, abordando no solo el síntoma externo sino las causas internas. Tu piel es el espejo de tus emociones; si las armonizas, ella lo reflejará con un aspecto saludable y radiante.
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